martes, 11 de junio de 2013

Por la senda

La materia gastada con que se levanta el mundo se está viniendo abajo,
no debemos dejarnos engañar por los incrédulos y los demagogos;
el espacio abierto sobre nuestra cabeza se cierra y la luz no encuentra salida
no encuentra entrada
queda todo de un lado o de otro
insalvablemente;
la distancia perfecta se reduce a cero y los montículos de tierra que supusimos eternos
vuelven con el río al mar;
el abismo va tomando lugar entre nuestras conciencias;
la capacidad antes atribuible al hombre hoy no es mas que la de un robot
completamente programado para incapacidades eficaces.

Otro aspecto de la vida surge desde la muerte misma
presagiándola
volviendo todo espejos
volviendo todo imagen
máscara
farsa;
el cuento que escuchamos anoche antes de dormir
vuelve por la mañana
y por la tarde
y terminamos siendo parte de él
un personaje más
atosigados de problemas falsos
falsas cuestiones
falsos dilemas
verdades falsas.

La mirada se va posando en el cuenco oscuro del tiempo
como una hoja muerta que cae en la sombra
y olvida el resto del espacio
y olvida el momento
la caída misma y el reposo.

Determinadamente tenemos mucho que corregir
pero no podemos mirar ni un centímetro hacia un costado:
como un caballo obediente vamos cruzando el campo
aunque por dentro estemos muriendo de sed o de hambre
de amor o de locura.

Hore
10-06-13

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