De vez en cuando
golondrinas muertas en la sala de espera.
Bocanadas de sombra se ocultan
en el humo del cielo
y salen a recibirnos y asombrarnos.
Estalla una multitud sedienta en el aire
como si se tratase de un árbol
cayendo en el mar.
sábado, 25 de febrero de 2012
Nuestras cosas
Dejar hablar el corazón detrás del silencio, observar y sentir:
es el fuego del alma quemando todo mi combustible.
Se llena de gente el vacío
y cuando no queda nada,
solo,
dejar que mis manos brillen bajo los gritos pesados del olvido;
Y si un fantasma pasa,
frío y callado a mis espaldas
volveré la mirada para asustarlo con mis ojos terribles,
feroces,
como navajas de aire,
filosas y ardientes;
Será el final de las cosas grises,
y la ausencia que supera todas nuestras cosas.
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